No sé si se deberá al fenómeno de la inmigración incontrolada, pero cada vez noto en el ambiente una defensa más exagerada de 'lo nuestro', en detrimento de todo lo foráneo. Esta misma tarde he contemplado con mis propios ojos un caso sintomático, increíble de puro absurdo, de racismo contra las judías; pero no las de Israel, sino las judías... verdes.
En el Carrefour de Alcobendas, hoy 27 de mayo a las dos de la tarde, una pareja -un hombre y una mujer de unos 50 años que aparentaban ser matrimonio- se ha acercado con su carrito a la zona de verduras con objeto de adquirir, según todos los indicios, una determinada cantidad de judías verdes.
La señora, que se veía con experiencia, se ha dirigido a un montón de esta verdura que tenía el mejor precio de todos. Cuando estaba llenando su bolsa, el marido ha reparado en el rótulo obligatorio sobre la procedencia que, justo encima y escrito con tiza, rezaba: 'Marruecos'. Y le ha dicho a la señora: 'Es que son de los moros'.
La señora, entonces, sin decir palabra, ha dejado la mercancía y ha cogido dos redes de 500 gramos que estaban al lado, bajo el rótulo 'Murcia'. Mucho más caras, pero eso sí, de pura raza española.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de mayo de 2002