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Desconcierto en Aragón

Una pieza, según el Gobierno de Aragón, una sola pieza de catalogación dudosa ha servido para que el Obispado de Lleida pueda presentar ante la Signatura Apòstolica del Vaticano un recurso contra el dictamen que estipulaba que las obras de arte de las iglesias de la Franja de Ponent debían retornar a Aragón. El defecto de forma en el proceso ha sido el detonante, según las mencionadas fuentes, de la nueva crisis. El desconcierto ante la noticia fue ayer total en Aragón. El obispo de la diócesis Barbastro-Monzón, Juan José Omella, se mostró cauteloso. 'Me produce dolor la noticia, pero estoy tranquilo, y a la vez tengo una actitud de serenidad y confianza. Ya se recorrió todo el camino ante la Santa Sede y su máximo tribunal'.

Ni Omella ni el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, tenían constancia de que el recurso del Lleida se hubiese ya admitido y aseguraron que era una maniobra de dilación. Lo dijo el consejero de Cultura, Javier Callizo. 'No es más que una maniobra dilatoria. Aunque tenga la apariencia de un recurso, la vía utilizada no es la natural porque el fallo es irrecurrible y el recurso se ha presentado ante la Sagrada Congregación de los Obispos, y por lo que sabemos esa vía no puede prosperar'. El consejero aragonés admitió, no obstante, que el recurso presentado por el Obispado de Lleida se ampara en la catalogación de las piezas. 'Hay una comisión que determina qué piezas son de Aragón y cuáles no. Esa es la misión de la comisión de expertos'.

En mayo del pasado año la Signatura Apostólica rechazó un recurso de la diócesis catalana contra su decisión de no devolver a Aragón los bienes sacros. Desde ese momento se nombró a la comisión mixta encargada de catalogar las piezas, aunque las autoridades catalanas advirtieron que podrían utilizar la vía civil para retener esos bienes.

Según se informó ayer en Lleida, los trabajos de esa comisión han sido suspendidos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de junio de 2002