El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte (Fruiz, Vizcaya, 1933), ha asumido con naturalidad la postura de liderazgo dentro del episcopado vasco que dejó vacante su antecesor, José María Setién. Lo ejerce, sin embargo, de una forma más integradora y menos polémica, de acuerdo a su temperamento conciliador. Obispo auxiliar de Bilbao entre 1976 y 1991, tuvo que pasar casi diez años en Zamora para regresar en 2000 a la diócesis vecina de San Sebastián. Vascoparlante y forofo del Athletic de Bilbao, se le considera nacionalista por naturaleza más que por ideología, lo que no le impide sintonizar con personas de toda ideología y gozar de gran prestigio en la jerarquía eclesiástica. Esto explica que el Gobierno y ETA lo aceptaran como mediador durante la tregua. Su apelación permanente al diálogo no le ha impedido condenar el terrorismo de ETA con toda nitidez y promover la solidaridad activa con sus víctimas.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de junio de 2002