¿Cuánto dirían que puede tardar el envío de un simple libro (eso sí, de unas 625 páginas) desde Madrid a Barcelona?
Ser estudiante de la UNED hace que el disponer de libros no sea cuestión de capricho. Llevo esperando un envío así desde hace más de mes y medio y faltan a duras penas dos semanas para que empiecen los exámenes. La única explicación que me han sabido dar en Correos es que el envío viene con retraso. La misma explicación que me dieron hace cuatro meses, cuando me sucedió exactamente lo mismo con otro envío. Por aquel entonces puse la consuetudinaria queja, y la contestación que recibí vino a decir que se estaba haciendo lo posible por resolver la situación, pero por lo visto la inercia del mismo colapso no ha podido ser vencida ni aun por los tremendos esfuerzos que se deben estar haciendo en el intento de lograr que el servicio sea, al menos, decente.
La verdad, no sé qué pensar, puesto que una carta enviada desde Terrassa a Sabadell (que distarán apenas 20 kilómetros) tardó, por allá en diciembre, su buen mes y pico en llegar. La mayoría de los acontecimientos (cursos, conferencias, actos culturales de todo tipo...) de los que tengo noticia a través del correo, incluidos los locales, ya han ocurrido. La corrección de mis ejercicios llega cuando ya he hecho los exámenes.
Y podría seguir enumerando situaciones parecidas, pero sería incluso más tedioso e irritante que la espera continua del correo que no llega día tras día. ¿No se podría hacer nada para que las cartas, los paquetes y demás llegaran en un lapso razonable de tiempo y algo más acorde con los medios supuestamente disponibles en esta época de revolución en las comunicaciones?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de junio de 2002