Todos sabíamos que el sistema educativo español deja bastante que desear, pero esta vez una estudiante como yo lo ha podido comprobar personalmente. Yo, como muchas otras personas, buscaba vías alternativas a selectividad: realizar un curso de laboratorio de imagen para después acceder a imagen y sonido. De modo que traté de informarme sobre cursos de formación.
Con esto, me di cuenta de las carencias organizativas que hay en Educación. Para empezar, me introduje en el mes de marzo en la web del Ministerio de Educación con el ánimo de encontrar información sobre cursos relacionados con imagen y sonido. Viendo mi incapacidad para encontrar ningún tipo de información, opté por mandar un correo electrónico para que me informaran al respecto o me dieran alguna dirección. No obtuve ninguna respuesta, de modo que llamé tras ver el anuncio en televisión. Me dijeron que no habría ningún problema para acceder a la formación porque se habían ampliado los plazos, de modo que fui al centro (Valcárcel) para pedir una solicitud de ingreso.
Cuál fue mi sorpresa cuando me dijeron que los plazos habían expirado y había más de 100 solicitudes para 60 plazas. Indignada, fui a la Consejería de Educación debido a que me habían facilitado la dirección en el ministerio. Tras darme a entender que no sabían que se habían ampliado los plazos y que me tenía que buscar la vida, me marché de allí preguntándome cómo era posible que se me dijeran cosas distintas en lugares supuestamente coordinados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de junio de 2002