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CARTAS AL DIRECTOR

Enseñanza y creencias religiosas

Parece que en el seno del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se está estudiando la posibilidad de introducir una asignatura 'alternativa a la religión'.

Las alternativas a la religión siempre han sido el ateísmo y el agnosticismo, pero desde que existe la religión en los centros educativos -ya hace mucho- se da efectivamente opción a la instauración en el currículo de una asignatura atea y/o agnóstica. A de lo dicho por Fernando Savater en estas mismas páginas el 23 de mayo (Amén), poco se puede añadir, salvo la total coincidencia con sus planteamientos: el currículo debe contemplar contenidos relativos a la historia de las religiones -nadie lo duda-, que pueden ser explicados desde las áreas de Historia, Filosofía o Literatura, que tanto da.

No se puede entender buena parte de la cultura occidental sin tener nociones claras acerca de los hechos religiosos musulmán, judío, cristiano... El error es utilizar un hueco en el maltrecho horario escolar para impartir doctrina; para eso están los templos.

La catequesis es cosa de las parroquias, no de los centros escolares. Las aulas son el lugar adecuado para planteamientos objetivos, es decir, necesariamente laicos.

Sin querer ofender a nadie, es hora de abandonar viejos prejuicios para avanzar sin miedo hacia la sociedad de las plenas tolerancia y presencia de los valores democráticos en todos los aspectos de la vida. Las creencias religiosas son íntimas y personales. Nada que ver con el entorno escolar.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de junio de 2002