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Entrevista:EDSON ARANTES DO NASCIMENTO, 'PELÉ' | Ex futbolista

'La gente confunde el sexo con la farra'

Con 61 años y seis o siete hijos, el mito prepara una película sobre su vida que saldrá en octubre, y que califica de 'biografía para las nuevas generaciones'. 'Nací para jugar al fútbol; no creo ser un buen hombre de negocios, porque hago las cosas con el corazón', dice cuando se le habla de sus variadísimas actividades.

Pregunta. Y ahora vuelve a atacar usted con la publicidad de una tarjeta de crédito.

Respuesta. Éste es el tercer Mundial que lo hago. Lo primero que quise saber es qué programa tenían, si podían ayudar al deporte de base y al fútbol femenino.

P. ¿Pelé tiene más que ver con la tarjeta o con su anuncio televisivo sobre las dificultades de la erección masculina?

R. Cuando acepto trabajar con alguien es con un propósito. El mensaje que he hecho para el grupo farmacéutico es muy importante, porque tiene que ver con la salud. Y las personas que tienen el problema deben buscarse un médico.

P. Usted no tiene el problema.

R. No, no, no. Felizmente no. Pero entiendo que tiene mucho más valor si prestas tu apoyo cuando el problema no te concierne.

P. Digamos que se plantea la erección como quien hace campaña a favor de UNICEF, o del medio ambiente.

R. Exactamente.

P. Siempre defendió la práctica sexual antes de los partidos.

R. Lo que yo dije es que el sexo es un don de Dios, una cosa buena, sabia. Y la gente confunde el sexo con la promiscuidad y la farra.

P. Qué me dice.

R. Si usted hace el sexo normal con su compañera o su esposa, no hay problema. Pero si va a beber y a bailar hasta la mañana siguiente, está cansado por las otras cosas. No es problema del sexo.

P. Cuando usted cumple en este terreno, ¿tiene también un doble que le echa una mano, como cuando Coutinho jugaba en su lugar?

R. [Risas] No: en esto es Pelé mismo. Ahora, Pelé es el mito, el ídolo; Edson es el hombre. En esos momentos pueden juntarse ambos. Yo soy el que está allí. Sin problema.

P. ¿Vive fundamentalmente de vender su imagen?

R. Sí, pero para lo que quiero. Podría hacer mucha plata anunciando cigarros o whisky. Pero creo que no son buenos mensajes.

P. ¿Lo mejor de su cuerpo siguen siendo las piernas, o tiene alguna otra parte más digna de mención?

R. Yo creo que lo mejor que tienes que tener del cuerpo es la cabeza.

P. En Brasil se lo han perdonado todo. Es Dios.

R. Sí.

P. ¿Dios es negro?

R. Cuando hablamos de Dios, lo hacemos de un ser superior que no tiene color, ni tamaño ni nada.

P. ¿Dios tiene alguno de los problemas de sus anuncios?

R. Es algo espiritual. No tiene problemas ni de erección ni de sexo.

P. ¿Y de tarjetas de crédito?

R. [Ríe] En el cielo no pagas nada.

P. ¿Me daría la fórmula para tener tanta suerte con Hacienda como ha tenido usted siempre?

R. Pagar los impuestos no es una cosa de suerte, sino de honestidad, de seriedad.

P. Las acusaciones de corrupción fiscal y evasión de divisas, ¿son porque le tienen envidia?

R. No, no. Lo único que tuvimos hace ocho meses fue un problema en la compañía de Rio de Janeiro, la Pelé Sport & Marketing. Pero no tuvo que ver nada con Hacienda.

P. ¿Continúa pensando que es usted el mejor futbolista de todos los tiempos?

R. No es que lo diga yo: es lo que dice la historia. Nadie ha hecho lo que Pelé ha hecho.

P. ¿Por las noches sueña con balones?

R. Ah sí, sí, sí. Sueño que estoy jugando y metiendo goles. Y muy a menudo me despierto en mitad de la noche.

P. ¿Tiene saudade?

R. En general, no. Sí en ocasiones, como ésta del Mundial.

P. ¿Nunca le quedó la espinita de jugar en el Real Madrid?

R. [Risas] Me llamaron varias veces, y tuve una propuesta muy buena. Pero siempre estuve bien en el Santos, y toda mi vida he jugado allí.

P. Dijo una vez que era el Beethoven del fútbol. ¿Nada más?

R. Lo que dije es que Dios puso en el mundo personas para marcar época. E igual que hay un Beethoven o un Miguel Ángel, Dios puso a Pelé.

P. Durante la guerra Nigeria-Biafra declararon dos días de tregua para verle jugar. ¿No podría darse una vuelta por Oriente Próximo?

R. Ya me invitaron. Si dependiera de mí, haría parar la guerra en todas las partes del mundo. Pero la gente habla mucho de paz y no piensa que, sin justicia social, nunca la tendremos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de junio de 2002