La venganza por el doble homicidio ocurrido el pasado jueves en el poblado de Las Mimbreras (Latina), donde un patriarca y su yerno murieron tiroteados por haberse negado a admitir la venta de droga en sus chabolas, llegó ayer de la mano del clan de Los Gallegos, del que formaban parte los fallecidos. Una decena de miembros de esta familia incendió dos chamizos del poblado de El Salobral (Villaverde) pertenecientes al clan rival, Los Extremeños, supuestos autores de los homicidios del jueves, según informó la Jefatura Superior de Policía.
El grupo de Los Gallegos llegó al poblado de El Salobral sobre las 17.30 en varios vehículos; sin mediar palabra, varias personas se bajaron de los automóviles e incendiaron dos de las chabolas, que se encontraban vacías desde el jueves.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de junio de 2002