El Cuerpo Nacional de Policía de Melilla comenzó a expedir ayer las primeras tarjetas digitales de control fronterizo en furgones policiales en la aduana de Beni Enzar, principal paso con Marruecos. Se trata de un nuevo sistema de identificación con tarjetas por medio de huellas digitales, totalmente voluntario. La tarjeta tiene el formato de una tarjeta de crédito en la que hay una foto en la parte izquierda junto a los datos del titular, y detrás tiene una banda magnética.
Diariamente, más de 3.000 marroquíes entran a Melilla, aunque por ahora el sistema digital sólo se aplicará en el puesto fronterizo principal, hasta comprobar los resultados y poder aplicarlos en los otros dos pasos fronterizos abiertos con Marruecos. Con la facilitación de estas tarjetas digitales se intenta dar una mayor fluidez y seguridad al paso habitual de marroquíes por la frontera española.
Unas 200 personas se agolpaban a primeras horas de la mañana ante el furgón policial que sirve como oficina móvil para la elaboración del nuevo documento. Un ordenador y agentes policiales comprueban si la documentación (pasaporte o necua, el carné de identidad marroquí) presentada por el marroquí es verdadera, para después hacerle una foto instantánea, procesarle su huella digital, y, en cinco minutos, facilitarle una tarjeta con una banda magnética que al pasarla por el control de acceso de los tornos de entrada a Melilla ofrecerá los datos del individuo, que son constrastados con la huella que plasma el mismo individuo en dicho control de acceso. Si el portador de la tarjeta es el mismo que intenta pasar, el torno se abre de forma automática.
Este sistema, será mucho más "rápido que la comprobación manual", asegura el delegado del Gobierno, Arturo Esteban. "El ciudadano pasa la tarjeta digital, y todos los datos aparecen en una pantalla controlada por los efectivos de la policía. La fluidez será mayor y también la seguridad, ya que esta tarjeta no admite falsificaciones", añade Esteban.
Ayer se inauguraba el paso hacia España a través de este sistema e innumerables ciudadanos que cruzan a diario la frontera hacia Melilla para trabajar o realizar sus compras hacían cola para obtener su documento. No hubo altercados. Sólo en la zona llamada "tierra de nadie" algunos componentes del nuevo Partido Liberal Marroquí levantaban una pancarta en la que se leía: "Basta ya de racismo y discriminación. No a las tarjetas". El presidente de este partido, el ex ministro de Derechos Humanos, Mohamed Zian, dijo desconfiar de la voluntariedad a la hora de obtener la tarjeta. "Es una política por etapas, primero empieza siendo voluntaria, después medio voluntaria y por último obligatoria". Zian aseguró que esta iniciativa de las tarjetas "supone el comienzo de la reivindicación de Melilla como territorio marroquí".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de junio de 2002