El Tribunal Supremo palestino decretó ayer la absolución y ordenó la libertad inmediata del secretario general del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Ahmed Saadat, preso en Jericó por su supuesta implicación con el asesinato del ministro de Turismo de Israel el pasado octubre. La decisión del Supremo amenaza con provocar un nuevo incidente entre israelíes y palestinos cuando se encuentra en la región el jefe de la CIA, George Tenet. El Gobierno de Arafat anunció que Saadat permanecerá en prisión.
La sentencia que ordena la liberación de Saadat ha provocado la indignación del Gobierno de Israel, que ayer amenazaba con adoptar "todas las medidas necesarias para impedir la excarcelación del detenido". El ministro de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, recalcó que si la liberación se cumple, ello supondría "la violación del acuerdo adoptado por americanos y británicos" por el que se decretó la prisión del detenido y de otros cinco activistas palestinos a cambio de la liberación de Arafat, que en aquellas fechas se encontraba asediado en Ramala.
"Si Saadat es liberado, Israel quedará en libertad para actuar de acuerdo con sus imperativos de seguridad", había anunciado de forma enigmática el ministro de Defensa. Desde las filas del Ejército se aseguraba, de manera más clara, que "Israel encontrará la forma adecuada de castigar" al líder del FPLP, es decir, convertirlo en objetivo de un nuevo asesinato selectivo, similar al perpetrado contra cerca de 80 dirigentes de la Intifada, entre ellos el anterior responsable de esta organización radical, Abu Alí Mustafá.
La reacción airada del Gobierno de Israel ha atado, por ahora, las manos de Arafat, quien en virtud de la Ley Judicial, firmada por el presidente palestino dentro del proceso de reformas y de democratización de su Administración, debería decretar su inmediata puesta en libertad, no interfiriéndo así en una decisión estrictamente judicial. Sin embargo, el presidente de la Autoridad Palestina decidió ayer congelar la orden de liberación y mantener a Saadat en prisión. Con esta decisión, Arafat ha reiterado su desprecio hacia la judicatura, en nombre del "pragmatismo político" y a pesar de las protestas que los seguidores de Saadat pueden desencadenar en los territorios ocupados.
El incidente se producía pocas horas antes de que George Tenet, el jefe de los servicios secretos norteamericanos (CIA), llegara a Jerusalén para entrevistarse con el primer ministro Ariel Sharon. Tenet inicia así una delicada misión, encomendada por la Casa Blanca, con la que se pretende tutelar el proceso de reforma de la Administración palestina y vigilar muy de cerca la refundación y reunificación de los servicios de seguridad de Arafat.
George Tenet, superviviente de la Administración demócrata de Bill Clinton, es un hombre clave en el proceso de diálogo entre israelíes y palestinos, después de que la cumbre de Wye Plantation, en octubre de 1998, le asignara la misión de asesorar a israelíes y palestinos en cuestiones de seguridad. El jefe de la CIA es además el autor de un plan de trabajo para acabar con la revuelta palestina, que en numerosas ocasiones se ha puesto en marcha pero nunca ha podido culminar con éxito.
Tenet en Jerusalén
Ayer, Tenet se reunió con Ariel Sharon en Jerusalén. El primer ministro israelí reiteró al responsable de los servicios secretos norteamericanos sus quejas y reticencias con respecto a Arafat y al programa de reformas palestino. Hoy, martes, el jefe de la CIA tiene otra cita importante, ésta en Ramala con Arafat, con el que examinará el proceso de reformas, en especial la reestructuración de los servicios de seguridad palestinos.
En medios palestinos se aseguraba ayer que, tras la visita de Tenet a Arafat, este último podría anunciar la remodelación de su propio Gabinete. Estos planes de remodelación incluyen el nombramiento de un ministro del Interior, un responsable de Hacienda y posiblemente un primer ministro.
[Por otra parte, el presidente de EE UU, George W. Bush, anunció ayer que recibirá a Ariel Sharon en Washington el próximo 10 de junio para discutir sobre "la situación actual en Oriente Próximo y las cuestiones bilaterales claves", anunció anoche la Casa Blanca.]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de junio de 2002