Joan Barres, ex alcalde socialista de Alboraia (Valencia), declaró ayer en la Audiencia de Valencia acusado de prevaricación, malversación de fondos, allanamiento de morada, daños y coacciones en relación con la demolición de unas casetas en el paseo marítimo de Alboraia. Sin embargo, el fiscal y la defensa consideraron ayer que de la documentación aportada en la causa no podía deducirse infracción alguna y solicitaron la libre absolución del acusado.
Barres avisó varias veces a los propietarios de casetas junto al mar -arenales en algunos casos cuya propiedad no se puede acreditar y cuyos moradores realizaron obras construyendo porches- de que algunas de las remodelaciones debían desaparecer porque afectaban al trazado del paseo marítimo, una obra a la que destinó 3,01 millones de euros (500 millones de pesetas) el Ministerio de Fomento.
Ante la negativa de los propietarios, constituidos en la asociación Mar y Sol, la alcaldía resolvió el 29 de abril de 1996 la demolición, lo que notificó, según consta en la calificación fiscal, a los afectados instando a que dejaran libres los seis metros que habían invadido.
El entonces asesor jurídico en el Ayuntamiento de Alboraia, Juan Soler Ortiz, ratificó la versión de los hechos ofrecida por Barres y agregó que las casetas invadían un espacio de titularidad pública y se limitaron a ejecutar las órdenes del ministerio para poder remodelar el paseo marítimo y afrontar la reforma interior de la Playa de Vera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de junio de 2002