El Gobierno y el PSOE parecen poco interesados en llegar a un acuerdo para modificar la Ley de Extranjería. Así se desprende de las declaraciones realizadas por el vicepresidente primero y Ministro del Interior, Mariano Rajoy, por el secretario general del PP, Javier Arenas, y por el portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera.
En Antena 3, Rajoy dijo: 'Yo estoy dispuesto a hablar con el PSOE, lo cual no quiere decir que yo vaya a hacer lo que diga el PSOE'. Por su lado, Arenas elevó el listón de las condiciones para el pacto: 'Mantenemos la posibilidad de un acuerdo en materia de inmigración. Que [los socialistas] retiren la impugnación [de varios artículos de la norma vigente] ante el Tribunal Constitucional y nos sentamos y hablamos. Pero que tengan una posición, porque han hecho toda la demagogia del mundo con esta materia, y desde luego les va a pasar factura'.
Desde el otro lado, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, pidió al Ejecutivo que defina sus propuestas sobre inmigración y que revele el diagnóstico que hace del 'fracaso' de su política antes de abordar cualquier negociación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de junio de 2002