El duque de Lugo embarcó ayer por la tarde en el vuelo regular 3400 de Iberia de las 20.30 horas con destino a París. Su intención era presenciar la final del torneo de tenis de Roland Garros, que hoy disputan dos tenistas españoles: Albert Costa y Juan Carlos Ferrero. Cuando el avión llevaba en el aire alrededor de 30 minutos, Jaime de Marichalar se dirigió a una azafata para explicarle que se sentía indispuesto. Poco después, sufrió un desvanecimiento, según explicó ayer un portavoz de la Casa del Rey.
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Informado el comandante del avión del estado del duque de Lugo, decidió dar media vuelta y regresar a Madrid. Poco después de las diez de la noche Jaime de Marichalar ingresaba en el hospital Gregorio Marañón, el mismo centro médico en que fue atendido el pasado 22 de diciembre cuando sufrió una isquemia cerebral que le mantuvo internado 20 días. Como consecuencia de aquella dolencia, Marichalar aún se ve obligado a realizar ejercicios de rehabilitación,ya que todavía no ha recuperado totalmente la movilidad de su brazo y pierna izquierdos.
A pesar de no estar totalmente restablecido, el duque de Lugo mantiene desde hace varios meses una frenética actividad. Se ha reincorporado a su trabajo, cumple con sus compromisos oficiales como miembro de la familia real y mantiene una intensa vida social. Una de sus últimas apariciones se produjo en Villamanrique de la Condesa (Sevilla), donde el pasado fin de semana Marichalar asistió con los Reyes de España y el Príncipe Felipe a la boda de Adelaida de Orleans con Pierre-Louis Dailly. También ha sido frecuente verle en la plaza de toros de Las Ventas presenciando las corridas más importantes de la Feria de San Isidro.
Un portavoz de la Casa del Rey explicó que Jaime de Marichalar fue ingresado en la unidad de neurología del hospital Gregorio Marañón, en una habitación de planta. "No está en cuidados intensivos", precisó. El duque de Lugo está siendo atendido por el mismo equipo médico que le viene tratando desde el pasado 22 de diciembre, compuesto por los doctores José Eugenio Guerrero, jefe del Servicio de Cuidados Intensivos del Hospital Gregorio Marañón, y José Avelino Barros, jefe de los Servicios Médicos de la Casa del Rey.
Junto a Jaime de Marichalar permanece en la habitación doña Elena, que se trasladó al hospital nada más conocer el desvanecimiento de su esposo.
La isquemia cerebral, una enfermedad muy poco común en personas jóvenes, se produce cuando una de las seis arterias que riegan los dos hemisferios del cerebro se tapona u obstruye, por lo que la sangre deja de llegar a la zona cerebral que nutre ese vaso. La parte del cerebro que deja de recibir sangre (zona isquémica) cesa en sus funciones. La causa más frecuente del taponamiento de estas arterias es la aparición de una placa de arterioesclerosis que ocluye completamente el diámetro del vaso e impide que la sangre circule por el cerebro. En personas jóvenes, esta dolencia suele tener su origen o bien en una malformación congénita del vaso o bien en una anomalía del sistema de coagulación que predispone a la formación de trombos.
Marichalar ingresó anoche consciente en el hospital, según explicó el portavoz del Palacio de la Zarzuela. Los médicos no han informado aún de si el desvanecimiento tiene relación con la isquemia que sufrió el esposo de doña Elena en diciembre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de junio de 2002