El fiscal solicita dos años de prisión para la gerente de un hipermercado de Eroski en Asteguieta, a las afueras de Vitoria, como presunta responsable de haber espiado a los empleados con una cámara oculta. La acusada, A.U.A., ordenó supuestamente colocar en octubre de 1999 una pequeña cámara escondida en uno de los paneles del techo de una sala que los trabajadores empleaban en su tiempo libre. El aparato fue descubierto por los empleados de forma casual unos dos meses después.
El juicio se ha señalado en dos sesiones, mañana y el miércoles. Medio centenar de trabajadores se han presentado como acusación particular al considerar lesionado su derecho a la intimidad. Su abogado pide para la acusada una pena superior a los tres años y una indemnización testimonial por un delito de descubrimiento y revelación de secretos. La acusación particular y el fiscal consideran que la cámara se instaló para vulnerar la intimidad de los trabajadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de junio de 2002