Soy una vecina de Boadilla del Monte que se ha enterado de la celebración de un foro de educación en el municipio.
Yo soy abuela de seis niños: uno que empezará el año que viene en la escuela infantil y el resto en diferentes cursos de la ESO. Mis nietos son aún pequeños, pero tengo sobrinos de 18 y 19 años que no saben nombrarme las capitales de los principales países europeos ni decirme la fecha de inicio de la guerra mundial. Me parece un espectáculo lamentable y creo que es necesario cambiar este panorama educativo.
No podemos permitir que un país tan desarrollado como el nuestro, que preside la Unión Europea y que ha dado muestras de ser capaz de entrar en el euro, se quede atrasado en materia educativa y mantenga unos índices tan altos de fracaso escolar, y que los alumnos sigan siendo víctimas de la LOGSE.
Los niños estudian lo mínimo para poder pasar el curso y queda eliminada la cultura del esfuerzo; además, en mi modesta opinión, muchos profesores no están nada motivados para dar las clases y los alumnos 'se quedan con ellos' todo lo que quieren.
Este proyecto es un primer paso para que el futuro de nuestros hijos sea mejor y para que su educación les haga capaces de enfrentarse a un futuro incierto.
La educación es una de mis máximas preocupaciones, y que desde el ámbito local comience a informarse a la comunidad educativa, a los padres y a los alumnos de la situación actual y de las posibilidades que vienen me parece una magnífica iniciativa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de junio de 2002