José Eduardo Andrade Alcivar, de 33 años, ecuatoriano, ha sido detenido en Logroño por agentes del Grupo de Homicidios de La Rioja acusado de ser el supuesto homicida de su compatriota y ex novia Leila Yolanda Ordóñez Apolo, de 27 años, que el pasado 26 de mayo fue encontrada muerta por un transeúnte en el madrileño parque de Agustín Rodríguez Sahagún (Tetuán). La mujer, embarazada de cuatro meses, se hallaba desnuda y presentaba dos puñaladas a ambos lados del esternón. Las pesquisas siguen abiertas, ya que los investigadores están comprobando si un amigo del supuesto homicida le ayudó a acabar con la vida de Leila Yolanda, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
El detenido, que prestó declaración ante los investigadores, se declaró inocente y señaló que el fin de semana en el que fue asesinada Leila Yolanda él no viajó de Logroño -donde tiene su resi-dencia- a Madrid. Sin embargo, su compañero testificó ante los policías que José Eduardo se había desplazado esos dos días a la capital madrileña. La policía investiga ahora si el compañero del arrestado fue con él a Madrid y participó en el homicidio o, al menos, conocía que éste lo iba a perpetrar. Si se confirma este extremo, la policía podría acusarlo de encubridor o de cómplice.
Pelea
El motivo que desencadenó el homicidio de Leila Yolanda fue, según las primeras pesquisas, su embarazo. La mujer comunicó a su ex novio que probablemente él era el padre del futuro bebé, lo que desencadenó una discusión. Ella intentó aplacar la ira de su supuesto agresor y le negó que fuera el padre. Pero, según fuentes policiales, José Eduardo no se quedó conforme con la respuesta de su ex novia y acabó con su vida.
Tras asesinarla, la escondió entre unos matorrales de un terraplén, en una zona poco accesible del parque de Agustín Rodríguez Sahagún. Para dificultar las investigaciones, el asesino despojó a la víctima de sus pertenencias, incluidas las ropas. Sin embargo, dejó en las proximidades del cuerpo el arma homicida: un cuchillo de cocina aún ensangrentado. El detenido ha ingresado ya en prisión provisional.
La víctima fue identificada 10 días después de ser hallada gracias a las huellas dactilares. Leila Yolanda vivía, como cuatro hermanos suyos, en España desde hacía un año y siete meses. Tenía permiso de residencia y trabajo desde hace meses, y siempre había trabajado como empleada de hogar en un domicilio de la plaza de Cuzco. Su hermano Julio César señaló ayer, al conocer la detención del supuesto homicida, que sabía que la resolución del caso 'iba por ese tema'. Estaba a la espera de que la policía le detallara cómo se había producido la muerte de su hermana. 'Contrataremos a un abogado para personarnos como acusación particular', aseguró Julio César.
El cadáver de Leila Yolanda se encontraba ayer en el Instituto Anatómico Forense, a la espera de que el juez instructor autorice su enterramiento en el cementerio de La Paz, en Alcobendas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de junio de 2002