Sin que mediara recurso alguno, el Gobierno de Guinea Ecuatorial ha reducido la pena de Plácido Micó de 14 años y ocho meses de cárcel a seis años y ocho meses. Este cambio en la tipificación del delito, de cómplice a encubridor, está reflejado en la copia de la sentencia entregada ayer a los abogados defensores y que debía de ser idéntica a la leída el domingo en Malabo por el magistrado Martín Nsué, presidente del tribunal civil que juzgó un supuesto intento de golpe de Estado contra Teodoro Obiang Nguema.
Esta sorprendente reducción es, según los analistas, la consecuencia de la presión internacional y de las notas de protesta del Gobierno español y de la Unión Europea, y una prueba más de la nula credibilidad del proceso judicial. Ahora existen esperanzas de que este castigo contra el dirigente del principal partido de la oposición democrática en Guinea sea suprimido del todo en el recurso de casación ante el Supremo.
Durante la vista oral no se presentó ni una sola prueba ni evidencia contra Micó (ni contra cualquiera de los otros 143 detenidos) de su participación en la supuesta asonada, tan sólo la declaración aislada de un testigo (procesado en la causa también) que denunció haberla realizado en la policía mientras era torturado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de junio de 2002