La enorme carga de la deuda en el sector de las telecomunicaciones está llevando a algunas empresas a la suspensión de pagos o a situaciones en las que se roza la insolvencia, lo que está desembocando en un derrumbe de las cotizaciones.
El espejismo de las dos sesiones anteriores se desvaneció ayer ante las evidencias que aportaron Kirch y Mobilcom, con lo que la mayoría de los valores de telecomunicaciones, medios de comunicación y tecnológicas, las llamadas TMT, protagonizaron un nuevo descalabro en las bolsas.
El Ibex 35 cedió el 2,20% para marcar un nuevo mínimo anual, mientras que Madrid perdía el 1,86% y también se situaba en el nivel más bajo del año.
Estas caídas del mercado español estuvieron protagonizadas por Telefónica, que perdió el 4,16%, y por su filial de móviles, que bajaba el 4,34%. La admisión a cotización de casi 14 millones de acciones de Telefónica Móviles, procedentes de una ampliación de capital para pagar una de sus adquisiciones en Brasil, no llega en muy buen momento, según los analistas, ya que dada la situación del sector existe el peligro de que los propietarios quieran 'hacer caja' a toda prisa, lo cual provocaría un aumento de la ya abultada corriente vendedora sobre estos valores.
La aperttura de la Bolsa de Nueva York no aportó claridad a los mercados europeos, pero al menos hubo cierta estabilidad en las primeras horas de sesión, la suficiente como para permitir una discreta mejoría en el cierre de las plazas de este lado del Atlántico.
La contratación en el Mercado Continuo mejoró hasta alcanzar los 1.872,32 millones de pesetas, pero más de 500 millones procedían de operaciones institucionales, cuya abundancia no ejerce presión alguna sobre los precios. Parte del dinero buscó el mercado de deuda, en el que la subida de los precios hizo descender tres décimas la rentabilidad a 10 años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de junio de 2002