No creo que una sucinta declaración de principios por mi parte le evite a Antonio Elorza, en lo sucesivo, eventuales accesos de estupor, pero, como conviene prevenir a las naturalezas impresionables, ahí va eso: defenderé siempre el derecho del Estado de Israel a combatir el terrorismo ejercido contra su población y no perderé ocasión de manifestarme contra quienes le imputen 'crímenes contra la humanidad'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de junio de 2002