El Partido Popular (PP) impidió ayer en el Parlament un compromiso de todas las formaciones políticas para dejar el asunto de la inmigración al margen del debate electoral. Los conservadores impusieron su tesis y el texto de 'mínimos' acordado, que incorpora un paquete de medidas para conseguir la plena integración social de los inmigrantes, se limita a sugerir que la inmigración no sea motivo de 'enfrentamiento social'.
Contrariamente al anterior debate parlamentario, en el que se evidenciaron las diferencias que mantienen los partidos respecto a este conflictivo asunto, ayer todos ellos consiguieron acordar un texto a partir de las cuatro mociones presentadas por el PP, Esquerra, los socialistas e Iniciativa. Tanto el bloque de izquierdas, que calificó el acuerdo de 'pacto de mínimos', como Convergència i Unió destacaron las renuncias que tuvieron que hacer en favor del consenso.
El texto tampoco recoge la vieja aspiración del Gobierno catalán de asumir mayores competencias en esta materia, como la fijación de los cupos de emigrantes, y tan sólo insta al Ejecutivo a fomentar la contratación en países de origen a través de la apertura de oficinas en el extranjero. ERC no consiguió la reprobación de la política de inmigración del Gobierno central.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de junio de 2002