Las pérgolas de la avenida de Icària, en la Villa Olímpica, están siendo restauradas para proteger a los caminantes de las temperaturas del verano que comienza. Las maderas africanas empleadas en la parte superior de la obra del arquitecto Enric Miralles recibirán un tratamiento antimoho y serán pintadas con aceite de teca.
El calor comenzó a sentirse. Junio se presenta como un mes atípico. Una semana atrás, la lluvia, el frío y hasta la nieve invadían distintos puntos del territorio catalán. Ayer el sol se impuso y los termómetros subieron hasta 28 grados en el litoral y por encima de 35 en el interior.
La sensación de calor aumentó en el litoral debido a la mayor humedad, pero las temperaturas más altas se registraron en Lleida y el valle del Ebro (36 grados).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de junio de 2002