La última aparición pública de Joan Fuster (Sueca, 1922-1992) fue un 23 de abril de 1992, en la casa de cultura de Bellreguard, poco antes de su muerte. El escritor e historiador accedió a la invitación del Centre d'Estudis i Investigaciones (CEIC) Alfons el Vell para ofrecer una conferencia con motivo de la inauguración de la exposición Josep Pla, escriptor i periodista. Hacía tiempo que Fuster no salía de casa. La charla del ensayista valenciano, que tituló El Josep Pla que vaig conéixer, es el punto de partida de un interesante trabajo de Isidre Crespo (Valladolid, 1943), filólogo, profesor de lengua y literatura en el IES Blasco Ibáñez de Cullera, titulado De Fuster a Pla amb camí de tornada, editado por el CEIC Alfons el Vell y que fue presentado el viernes en la misma sala donde hace diez años Fuster compareció por última vez ante una audiencia de amigos y admiradores.
La obra recoge una antología de textos clave para entender la relación entre 'dos prosistas eminentes de las letras catalanas del siglo XX', dice Crespo, que resume su libro como una visión de la relación de amistad y admiración que ambos autores se tenían, y que definían como 'una conversación que duró años'. Un detallado trabajo documental sobre el binomio Fuster-Pla, redactado en clave de conversación ficticia entre ambos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de junio de 2002