La final se acaba porque el Tau no se deja intimidar por esfuerzos iniciales. Ayer anuló un fuerte envite del Unicaja, que no aportó constancia a un buen planteamiento y claudicó ante los caudales de confianza del rival. Un 0-2 imponente y casi definitivo, porque el escenario se va a Vitoria.
Aprendida la lección bajo los tableros del Tau en el primer partido, Unicaja rompió el juego interior con penetraciones y velocidad. Los elegidos: Sonko y Bullock, este último ansioso por olvidar su desacierto en el primer episodio. Y Abrams, encargado de ensanchar la pintura y abrir huecos. Además, las ayudas defensivas entorpecían los movimientos vitorianos cerca de la canasta, donde más peligro crean.
UNICAJA 83| TAU 86
Unicaja: Bullock (12), Sonko (7), Gurovic (25), Abrams (16), Kornegay (6); Cabezas (2), B. Rodríguez (2), Weis (9), Paco Vázquez (4) y Fran Vázquez. Tau: Bennett (22), Sconochini (17), Foirest (6), Oberto (4), Tomasevic (14); Scola (18), Nocioni (4) y Harisis (1). Segundo partido de la final de la Liga ACB, con unos 8.500 espectadores en el Martín Carpena. Los dos próximos encuentros (el cuarto no sería necesario si vuelve a ganar el tercero el Tau), serán en Vitoria.
Con las dificultades en el interior, el Tau se vio abocado a jugar desde fuera con un Sconochini constante y Bennett, con un aguante físico elogiable y un amplio repertorio. Su oponente, Bullock, perdió fuelle en la segunda mitad y falló en los momentos decisivos.
La actitud y el descaro inicial del Unicaja flaquearon tras el descanso y las pautas marcadas desde el comienzo quedaron e una igualdad que deparaba una prueba de entereza para los últimos minutos. Y ¿quién tuvo entereza y decisión para ganar el partido?: El Tau. Y lo ganó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de junio de 2002