¿Por qué no se elige al fiscal general del Estado fuera del contexto político? ¿Por qué no se elige a los miembros del Consejo del ¿Poder? Judicial por los propios jueces, sin que intervenga el Gobierno? ¿Por qué el Gobierno no tiene que admitir los fallos de la Justicia que le son contrarios? ¿Por qué tiene que forzar indultos? ¿Por qué tiene que ser juzgador un señor condenado por prevaricación y reinsertado en condiciones determinadas por el Gobierno? ¿Por qué no se plantea una verdadera independencia del Poder Judicial? ¿Por qué hay gobiernos que son tan reacios a entender el pensamiento de Montesquieu y no admitir que nuestra Constitución recoge la plena separación de poderes? Sería bueno replantearse si no vale la pena el votar con listas abiertas; ¿qué pasaría? Los doctos en la materia tienen la palabra.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de junio de 2002