La negociación entre el Reino Unido y España de un acuerdo de soberanía compartida sobre Gibraltar atraviesa momentos críticos, que el secretario de Estado británico para Europa, Peter Hain, confirmó ayer al advertir de que 'es posible que tengamos que esperar un poco más' para alcanzar el compromiso. Fuentes diplomáticas españolas indicaron, por otra parte, que el 26 de junio habrá un encuentro a nivel de ministros.
La reunión que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y su homólogo británico, Jack Straw, celebrarán en Londres, al no haber encontrado hueco en sus agendas para verse esta semana, tendrá un cierto carácter definitivo, ya que los dos mandatarios se proponen hacer un balance de la situación y decidir si el acuerdo es posible o si se abre una pausa que aplazaría el compromiso hasta más allá del límite temporal del verano, fijado el pasado mes de enero.
En medios españoles, 'no se ha tirado la toalla', pero se reconoce que las dificultades son grandes. Por parte británica, Hain declaró ayer ante el Parlamento que 'es preferible que no haya acuerdo a que haya un mal acuerdo'. A la misma hora, el presidente José María Aznar visitaba al primer ministro británico, Tony Blair, sin abordar el tema de Gibraltar, según afirmó el segundo. 'Hoy no toca', confirmó Aznar.
El Gobierno español, según ha dicho el propio presidente, achaca el parón de unas conversaciones que hace pocas semanas parecían abocadas al éxito a problemas surgidos en el seno del Gobierno británico. Los portavoces de éste tienden a pedir más flexibilidad a los negociadores españoles.
La parte española prevé que, incluso si el miércoles se admite la necesidad de la pausa, en julio se celebre una ronda formal del llamado proceso de Bruselas, que quedaría abierto a pesar del fracaso de este intento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de junio de 2002