Terremotos, huracanes y sequías acabaron con la vida de 40.000 personas el año pasado, según el Informe Mundial sobre Desastres de la Cruz Roja, que pide a los gobiernos que dispongan de planes y medios para reducir el número de víctimas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de junio de 2002