Esta frase que hicieron famosos los turolenses para reivindicar ciertas mejoras en esa tierra se me viene a la cabeza al contemplar cómo en todos los pueblos, a imitación de las grandes ciudades, se organizan fiestas y días de ocio, así como diciendo ¡eh, que nosotros también existimos!
El sábado día 8 de junio fui a una mudanza al pueblo de Navas del Rey, que está antes de llegar al pantano de San Juan, y me llamó la atención con qué ilusión habían organizado los del pueblo unos actos deportivos y carreras atléticas y con qué ilusión participaban, sobre todo los niños de unos ocho años. Yo no pude por menos que decirles: ¿a que Navas también existe?, y pensaba: pues claro que sí existe; hasta Madrid, y además ¡es capital!
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de junio de 2002