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HUELGA GENERAL CONTRA EL 'DECRETAZO'

El transporte público sólo tuvo los servicios mínimos pactados

El tráfico fue escaso pese a que el metro sólo funcionó en horas punta

Apenas media docena de incidentes enturbiaron el funcionamiento del transporte público, en el que se respetaron todos los servicios mínimos pactados hace unos días entre los sindicatos y el Gobierno catalán. La reducción de trenes no supuso que los vagones estuvieran especialmente llenos, ya que buena parte de los usuarios decidieron no acudir al trabajo. El tráfico no superó el 60% del habitual en un día laborable.

Los servicios mínimos pactados entre el Gobierno catalán y los sindicatos se cumplieron casi a rajatabla. El número de incidentes fue mínimo y todos ellos de escasa relevancia. El metro funcionó con la normalidad prevista entre las seis y las nueve de la mañana y entre las cinco y las ocho de la tarde. Una normalidad muy disminuida porque sólo funcionaba un tren cada 15 minutos. Pese a ello, los vagones no iban llenos porque buena parte del personal optó por no acudir al trabajo.

En el segundo suburbano catalán (Ferrocarrils de la Generalitat), que cubre parte de la ciudad de Barcelona y parte de su área metropolitana, se registraron retrasos como consecuencia de la presencia de piquetes informativos en las estaciones de plaza de Catalunya y de Martorell. Una piedra lanzada en Sant Boi contra un autobús de la firma Mohn hizo que la compañía decidiera cancelar la aplicación de servicios mínimos.

Lo mismo ocurrió con un vehículo de la empresa Cintio Bus, que perdió una luna de una pedrada. La firma suspendió también los servicios mínimos. Los servicios mínimos de Cercanías de Renfe funcionaron con normalidad no exenta de retrasos. En la estacion central de Sants, las máquinas canceladoras de billetes se mantuvieron siempre abiertas de modo que los usuarios no podían pagar aunque quisieran.

Tráfico fluido

Los intentos de saber si la decisión de no cobrar fue de Renfe o una maniobra de los trabajadores resultaron infructuosos. El Ministerio de Fomento prohibió a los representantes de la empresa ferroviaria en Cataluña hacer declaraciones sobre la huelga. Un portavoz ministerial aseguró que no tenía información sobre el hecho que impide saber cuántos usuarios tuvo ayer el servicio de Cercanías.

Renfe impuso servicios mínimos a trabajadores de estaciones de Tarragona, Lleida y Girona por donde no circulan Cercanías y, por lo tanto, donde ayer no hubo trenes. Los sindicatos resaltaron que Renfe vulneró incluso las normas de Fomento.

El tráfico en la ciudad de Barcelona, que se colapsa en sus entradas y principales vías todos los días laborables, era ayer muy fluido. En términos generales, los vehículos que ayer circularon por la ciudad no superaron el 60% de un día normal.

El incidente más llamativo se produjo en las cocheras de los autobuses que Transportes Metropolitanos tiene en la calle de Lutxana, un lugar del que no tenía que salir ningún servicio mínimo. Pese a ello, un grupo de conductores vinculados a un sindicato gremial intentó sacar algunos vehículos que no tenían que circular. Un piquete de trabajadores lo impidió. El enfrentamiento hizo que apareciera una dotación de los antidisturbios de la Guardia Urbana. Finalmente los coches no abandonaron el lugar. 'Ni siquiera tenían línea asignada. Su circulación por la ciudad habría sido arbitraria y peligrosa', afirmó un portavoz municipal. Los conductores que pidieron trabajar fueron unos 40.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de junio de 2002