Un acuerdo económico extrajudicial evitará que tres profesoras del colegio público de Ribera de Cardós (Pallars Sobirà) se sienten hoy en el banquillo de los acusados como responsables del grave accidente sufrido por un alumno en las pistas de esquí de la estación de Tavascan durante una actividad escolar organizada por el centro. Los padres del menor, que acusaban a las docentes de una falta de lesiones por imprudencia, han retirado la denuncia después de cobrar 120.000 euros (20 millones de pesetas) de indemnización.
Además de las tres profesoras, María Dolores L. B., Teresa A. M. y Ana Cristina P. R., también fueron denunciados los responsables de la estación de esquí de Tavascan, Xavier S. S. y Salvador T. B., tres monitoras y dos responsables de la empresa propietaria de la moto de nieve en la que viajaba el niño accidentado, J. A. S., de 10 años. En la vista oral, prevista para hoy en Tremp, también debían haber comparecido como responsables civiles subsidiarios el Departamento de Enseñanza de la Generalitat, el Ayuntamiento de Tavascan-Lladorre y las compañías aseguradoras de la moto, de las pistas de esquí y de la sociedad para la que trabajaban las monitoras. El caso ha quedado archivado tras el pacto económico alcanzado entre los padres y las respectivas aseguradoras.
El accidente se produjo el 12 de febrero de 1999, cuando el escolar participaba en una actividad organizada en la nieve por la APA y la dirección del colegio público de Ribera de Cardós. Ese día, después de desayunar, se formaron dos grupos de niños. Unos fueron a practicar esquí de fondo y los otros a construir un iglú, todos ellos acompañados por monitores del complejo. Sin embargo, una de las monitoras decidió subir en moto de nieve a dos niños y dejó que J. A. S. cogiera momentáneamente los mandos del vehículo, con tanta mala fortuna que al llegar a la primera curva del recorrido ocurrió el percance. Al parecer, la monitora le dijo al menor que frenara, pero él aceleró y la moto se salió de la pista y volcó.
Los niños que realizaban la actividad de moto no llevaban casco ni ninguna otra medida de seguridad. A causa del accidente, J. A. S. sufrió un traumatismo craneoencefálico y diversas fracturas en la cara, que le mantuvieron incapacitado casi cinco meses al haber sido sometido a varias operaciones de cirugía. Además, como consecuencia de estas lesiones, el niño presenta importantes secuelas físicas y estéticas que no le impiden llevar una vida normal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de junio de 2002