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OPINIÓN DEL LECTOR

Barreras

'Es más fácil predicar que dar trigo'. A nadie se le escapa que cuando un político está en la oposición y con alguna posibilidad de alcanzar el poder parece un afamado cocinero: tiene receta para todo.

Casi año y medio ha transcurrido desde que una moción de censura aupó al PP, con el apoyo del Grupo Mixto, a la responsabilidad legítima de gobernar en Mislata; y, durante ese tiempo, las recetas del maestro cocinero han sido mentira, al menos en lo que atañe al colectivo de las personas con discapacidad física. El programa electoral del PP prometía 'continuar mejorando en la eliminación de barreras arquitectónicas y viales, añadiendo señales acústicas en los semáforos y creación o modificación de rutas de acceso que faciliten la entrada de disminuidos a los edificios públicos'; pues bien, nada de nada. Y en nada ha quedado el plan-director Mislata sin Barreras que nació la pasada legislatura, y ha terminado por fallecer con el PP. Señores del PP y quienes les apoyan en el gobierno, ¡seamos honrados!, al menos organicen un funeral por aquello que pudo ser y no fue. Mislata va bien, qué pena.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de junio de 2002