Los dos días de huelga general en el País Vasco han servido para aumentar la fractura entre nacionalistas y no nacionalistas. Ayer, los sindicatos CC OO y UGT pintaron una imagen de Euskadi y Navarra a la inversa de la del día anterior. Si el 19 era el triunfo de ELA y LAB en Guipúzcoa, la partición de Vizcaya y los paros parciales en Álava y Navarra, ayer fue justo lo contrario. Sí hubo una diferencia esencial. Tanto UGT como CC OO hicieron correr entre sus seguidores la consigna de no abusar de los piquetes. Así, no hubo incidentes violentos reseñables y el comercio, esencialmente en manos de autónomos, trabajó con bastante normalidad.
Una prueba de que la lectura en el País Vasco es bastante diferente a la del resto de España es el comunicado de prensa del diputado general de Álava, el popular Ramón Rabanera. El dirigente alavés indicó a José Elorrieta, secretario general de la central nacionalista mayoritaria, que si la huelga del día 19 había sido "un ensayo del proceso soberanista e independentista en Euskadi" los alaveses no jugaban a eso.
Más allá de las declaraciones puntuales, los datos de participación oscilaron en función de su procedencia. UGT y CC OO manifestaron que el seguimiento había sido de un 80% en Álava, un 60% en Vizcaya y un 30% en Guipúzcoa. Frente a estos datos, las patronales redujeron sustancialmente los porcentajes a un 28% en Álava y un 10% en Guipúzcoa; en Vizcaya solamente manifestaron que la huelga había sido "desigual", con mayor incidencia en la industria.
La valoración del seguimiento es aún menor para las administraciones. La delegación del Gobierno la colocó en una media similar en todo Euskadi del 25%. El Gobierno vasco en un 20% en su conjunto.
El incidente más destacado fue el ataque a la sede de UGT en San Sebastián con cócteles mólotov por parte de un grupo de encapuchados. A las 22.30 horas, cuando no quedaba nadie en el local, rompieron un cristal y arrojaron las bombas caseras en el interior que quedó destrozado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de junio de 2002