"Con este problema de los sacerdotes americanos, a los curas del mundo nos ha caído un elefante encima". El cardenal Darío Castrillón Hoyos, presidente de la Congregación para el Clero, vino ayer a Madrid para una jornada conmemorativa del centenario de Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, pero no tuvo más remedio que referirse al escándalo de pederastia entre el clero católico de EE UU.
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En los cuatro años que este prelado colombiano lleva como miembro de la curia que gobierna el Vaticano, jamás se había enfrentado a una situación tan desagradable y destructiva. Pero Castrillón quiso ayer rebajar el peso del elefante sobre la Iglesia poniendo sordina, no a la sordidez del asunto ni a la conmoción que el escándalo causa entre los eclesiásticos, sino al eco "excesivo" que el suceso tiene en los medios de comunicación. "La prensa internacional ha magnificado el problema, desconociendo la realidad y el regalo que supone y es el sacerdocio para el mundo, para la Iglesia y para Dios", declaró a la agencia Efe este importante cardenal, doctorado en derecho canónico y especializado en sociología religiosa, economía política y economía ética por la Universidad Gregoriana de Roma.
Pero los hechos siguen siendo testarudos: al menos siete jurados investigadores revisan estos días en EE UU el papel de obispos y otros miembros de la Iglesia que encubrieron durante años los abusos sexuales de sacerdotes. Ayer, el periódico USA Today acusó a la jerarquía de "un esfuerzo orquestado para proteger de las investigaciones, arrestos y enjuiciamientos a miembros del clero acusados de abusos". El padre Paul Shanley fue ayer acusado en Massachusetts de violar a cuatro chicos; ya pesaban sobre él otras 10 acusaciones de violación y seis de asalto indecente a un muchacho de 14 años, informa Reuters. Todos los cargos se refieren a hechos sucedidos en su parroquia de Boston entre 1979 y 1989.
El cardenal Castrillón hizo sus afirmaciones sobre el escándalo de los sacerdotes pederastas en el Seminario Diocesano de Madrid y ante numerosos sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei, antes de pronunciar una conferencia, ayer por la mañana, sobre El sacerdocio ministerial al servicio del sacerdocio común de los fieles y la llamada universal a la santidad. La jornada se completó con otra conferencia del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, sobre La fraternidad sacerdotal: espíritu de comunión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de junio de 2002