La policía detuvo el miércoles a Carlos G. M., de 55 años, acusado del homicidio de su amigo, Ángel Bascarán Paraíso, de unos 45 años, que murió el pasado 3 de abril de una paliza. Tras reconstruir las últimas horas de la víctima, los agentes del grupo V de Homicidos han llegado a la conclusión de que Bascarán se enfrascó en una discusión con Carlos en el domicilio del primero, en el número 12 de la calle de Puerto Alto (Puente de Vallecas). De los insultos pasaron a utilizar cuchillos, un cúter y botellas rotas. Ángel resultó herido. Después, los ánimos se aplacaron y, tras reconciliarse, ambos salieron 'y estuvieron bebiendo juntos toda la noche', según explica la policía.
Sin embargo, las heridas de Ángel Bascarán eran mortales. Murió tras volver a su casa. La mujer que vivía con él, Stanislava B., y otro hombre, Justino O. A., avisaron a la policía. Los agentes encontraron el cadáver tumbado en un camastro. Al principio, la policía sospechó de la mujer y del hombre que habían dado el aviso. Sin embargo, poco a poco fue atando cabos hasta detener a Carlos G. M., que había sido interrogado en el caso al principio como testigo y que, además de ofrecer detalles relevantes en su declaración, había incurrido en contradicciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de junio de 2002