La Asociación de Vecinos de Campanar organizó ayer un paseo cultural por la partida de Dalt, parte de la cual concentra la mayor actividad de trapicheo de drogas al menudeo de la zona, para reivindicar el espacio como parque histórico y agrario de la huerta de Valencia. Unos 50 vecinos, junto a representantes de partidos de la oposición, recorrieron un itinerario en el que se intercambian estupefacientes.
Eduard Pérez Lluch, historiador y presidente de la Asociación de Vecinos de Campanar, hizo ayer de guía para mostrar a medio centenar de vecinos, representantes de colectivos y asociaciones culturales así como a miembros de partidos políticos de la oposición el valor histórico que se esconde tras el escaparate del conocido como hipermercado de la droga.
La comitiva se detuvo en la alquerías de Navarro, Lleonard y Casa Malià; y en los molinos de Sol, Llobera y Dels Frares -un edificio medieval, del siglo XIV, que conserva en su interior el mural Asitio del Castillo de Sales (1639-1640), cuyo valor histórico se recoge en la historiografía europea-.
El paseo tenía un doble objetivo, según Pérez Lluch, encontrar apoyo a un proyecto que pretenden presentar a la Unesco por el valor histórico del emplazamiento y demostrar la degradación por la implantación del hipermercado de la droga.
Abatido por disparos
La denuncia festiva que los vecinos de Campanar protagonizaron ayer sobre la situación que vive la zona a consecuencia del tráfico de drogas tuvo un dramático ejemplo. Pasadas las 2.00 de la tarde, en el cauce del río, cerca del punto de trapicheo pero en el cauce del río se escucharon varios disparos. Según fuentes policiales, al llegar al lugar hallaron en el suelo el cuerpo sin vida de un hombre de unos 25 años, indocumentado, presumiblemente subsahariano, que minutos antes fue abatido por varios disparos de escopeta. La policía investiga los hechos sin que haya detenidos alguno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de junio de 2002