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Reportaje:las reacciones | España vuelve a caer en los cuartos de final | Mundial 2002

'Todos estamos jodidos'

De Pedro: "Este tío es malo, malísimo" - Casillas: "No creíamos que fuera a ser de forma tan descarada" - Hierro: "Hubo cuatro o cinco detalles muy raros, difíciles de entender"

Sereno, como de costumbre, Puyol se duchó rápido y expresó el estado de ánimo generalizado en el vestuario español: "Nos vamos con mucha rabia, pero con la conciencia tranquila. Merecimos pasar a las semifinales. Hemos marcado dos goles legales y más no se puede hacer. Todos estamos jodidos. Ahora entiendo las protestas de los italianos [que también se quejaron de haber sido perjudicados por el arbitraje ante Corea]".

Poco o nada cabe reprocharle al defensa del Barcelona, que fue de menos a más en el torneo y acabó en un gran estado de forma. Claro que Puyol ya tiene experiencia en un partido de estas características en el que España se siente perjudicada por el arbitraje: la final olímpica de Sidney 2000 ante Camerún.

Casillas, el héroe ante Irlanda, abundó en el agravio del vestuario español: "Estábamos mentalizados [para sufrir un arbitraje a favor de Corea] tras haber visto en el vídeo sus partidos ante Estados Unidos, Portugal e Italia, pero no creíamos que fuera a ser de forma tan descarada".

En esa misma línea, De Pedro fue contundente: "Este tío [el árbitro] es malo, malísimo. No entiendo lo que ha pasado. Sabíamos antes del encuentro que todo esto podía pasar, pero no así. En fin, nos vamos con la cabeza alta".

Más allá incluso fue el capitán de la selección española, Hierro, que pidió responsabilidades a los máximos dirigentes: "Hay algo por lo que lucha la FIFA, que es el juego limpio. Hay una bandera amarilla con ese eslogan que sale antes de las dos banderas de las selecciones que van a disputar un partido. Por favor, vamos a jugar todos limpio". "Hubo cuatro o cinco detalles muy raros, difíciles de entender", puntualizó; "queremos pensar que han sido todos errores humanos, pero nos vamos con la duda terrible de que a lo peor no llegan a errores humanos". En todo caso, Hierro aseguró marcharse "orgulloso" del Mundial: "Cuando uno hace todo lo que está en su mano, no se se puede pedir más".

Tras los penaltis, no había un jugador más enfadado que Helguera, que se fue directamente a por uno de los árbitros asistentes, increpándole, y que tuvo que ser frenado por sus compañeros. "Nos han quitado la posibilidad de llegar a las semifinales. Hemos sido superiores. Hemos tenido las mejores ocasiones. Pero no nos han dejado ganar. Eso está clarísimo", aseguró el cántabro. "El Mundial es cada cuatro años y, cuando tienes una oportunidad de oro como ésta, te la quitan", se lamentó.

Más prudente, Luis Enrique dijo que le habría gustado ver las jugadas polémicas por la televisión. "Porque me han dicho que alguna ha sido muy clara, como la del gol de Morientes. Esto nos hace más daño todavía. Cuando lo tienes tan cerca, la sensación que te queda es de muchísima tristeza", concluyó.

El propio Morientes, también comedido, comentó: "Da mucha pena tener que irse a casa después de que el equipo haya trabajado como lo ha hecho y con dos jugadas puntuales que podían haber cambiado el resultado final, porque eran goles totalmente legales". Pero no dejó de ahondar en la herida: "Ha habido cosas raras a lo largo del partido que te hacen pensar mal. Todo esto hace que nos vayamos con mal sabor de boca", sentenció.

Y en una especie de conformidad casi franciscana, Gaizka Mendieta resumió: "Es una pena porque estábamos jugando bien, dando todo y la fortuna no nos acompañó en los penaltis, pero sobre todo porque no nos dieron los dos goles como válidos. Esperaba el juego de Corea como ha sido, todo el mundo estaba preparado, pero no es justo caer así. Ha faltado también un poco de suerte".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de junio de 2002