La renta variable española estrenó la semana con fuertes caídas en la mayoría de los valores y por lo tanto con nuevos mínimos en los principales indicadores. La desconfianza de los inversores en la renta variable crece cada día más, debido a las noticias negativas que van llegando y también ante la idea de que todavía se puede comprar a precios más bajos.
El temor a nuevos atentados terroristas en EEUU, con la proximidad del 4 de julio, la crisis en Argentina que se puede trasladar también a otros países como Brasil y la difícil situación que atraviesan las compañías tecnológicas son motivos más que suficientes para provocar importantes avalanchas vendedoras. Por si fuera poco, la agencia de calificación Moody's ha rebajado el ranting de France Telecom que llegó a perder más del 15%, lo que supone un duro golpe para las compañías de telecomunicaciones que actualmente atraviesan una situación muy delicada.
Los principales valores del mercado sufrieron las mayores caídas desde el pasado mes de septiembre, con SCH a la cabeza de los más castigados dentro del Ibex 35 y también en niveles mínimos del año. La entidad de crédito bajó un 6,37% debido a su elevada exposición en Brasil. Telefónica se anotó una caída del 6,21% y BBVA en una línea más moderada se dejó un 2,19%
El índice general de la Bolsa de Madrid perdió un 3,33% y finalizó en 700,32. El Ibex 35 cayó un 3,96%, el mayor descenso del año, con un cierre en mínimos del ejercicio en 6.651,40 puntos.
El volumen de negocio en el mercado continuo fue de 2.312 millones de euros, de los caules más de 700 millones correspondieron a operaciones especiales.
El euro continuó imparable, pues en algunos momentos superó los 98 centavos de dólar y marcó un cambio medio en 0,9781 unidades, alcanzando su cota más alta de los últimos dos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de junio de 2002