"Por el bien de la humanidad las cosas deben cambiar en Oriente Próximo" empezó diciendo el presidente estadounidense George Bush en un discurso de un cuarto de hora en el que pidió a los palestinos que sustituyeran a Yasir Arafat. Estos son sus puntos principales.
Mientras las cosas no cambien, Israel seguirá gozando de un cierto margen de acción: "En la actual situación las condiciones de vida no van a mejorar, por lo que Israel seguirá teniendo que defenderse y la situación de los palestinos se volverá cada vez más miserable".
"Estados Unidos no respaldará el establecimiento de un Estado palestino hasta que sus líderes se comprometan a apoyar la lucha contra los terroristas y desmantelen su infraestructura".
Bush reiteró su "visión de dos Estados coexitiendo en paz y seguridad" que ya articuló por primera vez el pasado otoño durante la Asamblea General de la ONU.
Las actuales instituciones palestinas, según Bush, "no tienen autoridad y están en poder de unos pocos que no responden ante nadie". El Parlamento palestino "debería tener completa autoridad y un cuerpo legislativo. Los responsables locales y los ministros necesitan una autoridad propia para gobernar con eficacia". También critica el sistema judicial. "Los palestinos no tienen auténticos tribunales y no pueden defender sus derechos".
El presidente pidió una profunda reforma. "Una reforma deber ser algo más que cambios cosméticos o un intento infructuoso de preservar el statu quo. Auténticas reformas requerirán una instituciones políticas y económicas basadas en la democracia, la economía de mercado y las acciones contra el terrorismo".
Israel, "deberá retirarse a las posiciones de antes del 28 de septiembre de 2000 y, de acuerdo con las recomendaciones del plan Mitchell, cesar las actividades de los asentamientos en los territorios ocupados".
Las negociaciones entre palestinos e israelíes llevarán "al final de la ocupación israelí de 1967, basándose en las resoluciones de la ONU 242 y 338".
Los otros países de la región también deben comprometerse con la paz. "A medida que avancemos hacia una solución pacífica, los países árabes deberán establecer lazos diplomáticos y de comercio con Israel".
"Siria debe elegir el lado adecuado en la guerra contra el terror al cerrar sus fronteras y expulsar a las organizaciones terroristas". Un llamada que se amplía a otras naciones "que deben parar el tráfico de dinero, armas y reclutas de organizaciones terroristas que piden la destrucción de Israel".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de junio de 2002