La explosión de una caldera fue el origen del incendio que ayer destruyó la fábrica Antovi, SA, en el polígono industrial La Mina de Paiporta (Valencia) dedicada a plástico y textil. Los restos de metal que saltaron por los aires alertaron a los trabajadores de las naves próximas. Ante la voracidad de las llamas, hicieron uso de mangueras y extintores en un intento de evitar que el fuego se propagara mientras llegaban al lugar las tres primeras dotaciones del Consorcio de Bomberos de Valencia, sobre las 9.12.
El fuego se hizo rápidamente con la nave, situada en las parcelas uno y tres de la calle de Els Ferrers, de la que salía una impresionante columna de humo negro que obligó al Ayuntamiento a emitir un bando -dado que el polígono se encuentra a un kilómetro de la población-, solicitando a los vecinos de Paiporta que permanecieran en sus casas con las ventanas cerradas.
El viento cambió la dirección del humo pasado el mediodía, pero la virulencia del incendio hizo necesaria la presencia de un total de ocho coches de bomberos, una dotación con escalera mecánica, efectivos de la Policía Local, de la autonómica, de la Guardia Civil, un técnico de la Dirección General de Interior, uno de la Consejería de Medio Ambiente y una unidad del SAMU de forma preventiva.
Cuando parecía que los efectivos desplazados conseguían hacerse con el incendio, se desplomó una chimenea de unos diez metros de altura que cayó a una calle de la parte de atrás de la nave, dentro de la zona acordonada. La situación de peligro, dado que las empresas colindantes son de productos químicos, obligó al desalojo de 12 naves del polígono, con un total de 250 trabajadores, y a reclamar refuerzos a los bomberos de Valencia. Aunque no se registraron heridos, la espectacularidad del incendio provocó incertidumbre entre la población, especialmente en las urbanizaciones próximas, por las que circularon unidades de Policía Local en previsión de un posible desalojo que finalmente no fue necesario.
Los bomberos dieron por controlado el incendio pocos minutos antes de las 15.00 horas, aunque los efectivos continuaron con las tareas de extinción durante toda la tarde. Según fuentes de bomberos y de la Policía Local de Paiporta, las tareas de extinción se complicaron tras desplomarse a media tarde el techo de la fábrica y por el riesgo de explosiones incontroladas por los materiales almacenados en las naves colindantes. Al cierre de esta edición, estaba previsto que un retén permaneciera en el lugar durante la noche.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de junio de 2002