El comisionado del Consell para la inmigración, Antonio Lis, denunció ayer los 'efectos perversos' de la 'exagerada problematización' de la inmigración y llamó a la sociedad a 'hacer un esfuerzo para detener esta espiral y abordarla de forma más responsable y serena'. En su intervención en el I Foro Manuel Broseta titulado Sociedad Civil e Inmigración, Lis hizo un recorrido a través de la respuesta que ha dado la Administración valenciana a la llegada de trabajadores extranjeros -un fenómeno que se disparó a partir del año 1999- y se detuvo de forma especial en el Plan Valenciano de la Inmigración, que estará ultimado a principios del próximo año y está destinado a constituirse como el principal instrumento para la integración de los inmigrantes.
El comisionado comentó que una de las partes fundamentales del plan lo constituirá el Libro Blanco de la Inmigración, un estudio sociológico que ya están elaborando las universidades de Castellón, Alicante y Valencia para que dibujen el mapa del fenómeno migratorio en la Comunidad Valenciana. Este documento pretende servir de diagnóstico preciso sobre la ocupación, asentamiento o condiciones de vida de los extranjeros y 'aportar un conocimiento suficiente de la realidad sobre la que queremos trabajar', apuntó Lis.
A partir de este Libro Blanco, dijo, se seleccionarán los modelos de integración a aplicar teniendo en cuenta la identidad de los inmigrantes y las singularidades de la Comunidad Valenciana para establecer luego las medidas a adoptar en campos como la vivienda, el empleo, la sanidad, la educación, la cultura o la cooperación internacional. Lis recordó que el plan valenciano 'debe ser producto del consenso' y apuntó que con él crecerá el presupuesto anual que el Gobierno valenciano destina a los diferentes aspectos de la inmigración, que actualmente se sitúa en unos 180 millones de euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de junio de 2002