El dólar registró ayer una fuerte subida en Argentina, llegando a ubicarse a 4 pesos en las casas de cambio que no operan con el tipo oficial fijado por el banco central de ese país. El jefe de gabinete del gobierno de Eduardo Duhalde, Alfredo Atanasof, denunció que 'existen maniobras desestabilizadoras' y una 'permanente presión especulativa' contra la moneda local.
Por su lado, el banco central, que tiene a su cargo el control de cambios, se vio forzado a aumentar el dólar de 3,75 a 3,82 pesos y a vender 75,6 millones de dólares en el mercado, para intentar calmar la tendencia alcista.
Mientras tanto, una juez de primera instancia declaró inconstitucional la reprogramación de depósitos bancarios atrapados en el corralito. La juez en lo contencioso administrativo Liliana Heiland sentenció que con la transformación compulsiva a pesos de los depósitos en moneda extranjera se produjo 'un claro, irrazonable e injusto despojo'. De este modo, la incertidumbre continúa al acecho del plan de bonos, programado para devolver los depósitos congelados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de junio de 2002