Glamour, petardeo, locatiwhiskis, musculocas, mucha barba de dos días, camisas ceñidas, todos los posibles e imaginables modelos de zapatillas de deporte, chicas rapadas, famoseo de todo tipo y mucho cachondeo marcaron el ambiente de la gala de entrega de la segunda edición de los Premios Shanghay, celebrada la noche del pasado martes en el Joy Madrid. El acto, enmarcado dentro de la semana Orgullo Gay 2002, fue conducido por Diabéticas Aceleradas y contó con presentadores como Anabel Alonso, Cayetana Guillén Cuervo, María Jesús Valdés, Leonor Watling, Antonia San Juan, Ruth Toledano o María Esteve. Otros que pensaban que tendrían que intervenir como presentadores en realidad se llevaron la sorpresa de ser premiados como Alejandro Amenábar y María Jiménez, musa de las fiestas del Orgullo Gay de Madrid, que dio el toque retro con un traje de flecos años veinte. Otros premiados que no faltaron para recoger el galardón, consistente en un torso de bronce del escultor Carlos Muela, fueron Rosa María Sardá, Pepe Sacristán y Paloma San Basilio, Leopoldo Alas, Ramón Salazar, Modesto Lomba, Jesús Vázquez, así como representantes de la Federación Estatal de Lesbianas y Gays. El diario El PAÍS recibió un galardón por ser considerado el medio de comunicación que mejor refleja la realidad gay / lésbica. El grupo Fangoria y su líder, Alaska, recogieron su premio virtualmente a través de una vídeo conexión mientras estaban en Málaga. Los binomios fantásticos se sucedieron a lo largo de la noche en la que se mezclaron personajes como Déborah Ombres con el senador Jerónimo Saavedra o Malizzia con Trinidad Jiménez, candidata del PSOE a la alcaldía de Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de junio de 2002