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Crónica:

Se rozó el desastre

El último escándalo sobre las cuentas de las empresas en Estados Unidos ha sacudido con fuerza a los mercados de valores de todo el mundo.

La caída de Wall Street en la tarde del martes provocó la mayor caída del año en Tokio y puso a los mercados europeos al borde del colapso. De hecho, los grandes valores españoles no pudieron abrir la sesión a la hora habitual porque la presión vendedora forzó una 'subasta de volatilidad', un reciente invento del mercado español para evitar oscilaciones muy fuertes en los precios.

El Ibex 35 llegó a caer hasta el 5,02% y la Bolsa de Madrid el 4,25%, aunque al final se produjo una especie de tregua -el Ibex 35 cedió el 1,33% y Madrid el 1,31%- ante el anuncio, ampliamente divulgado, de que algunos gestores y empresas estaban aprovechando el nivel de los precios para incrementar su participación o hacer autocartera. Esta cuestión planteó la cuestión de si el mercado estaba tocando fondo, la pregunta del millón, y si no animó mucho a los compradores, al menos logró frenar la salida de papel. La contratación en el Mercado Continuo fue de 2.328,50 millones de euros, con casi una cuarta parte procedente de operaciones institucionales.

La ocultación de malos resultados mediante artificios contables está provocando una justificada crisis de confianza entre los inversores, que sospechan que la famosa burbuja financiera a que se refería hace tiempo el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos tenía más que ver con las empresas que con los mercados, que también en aquel momento fueron los que pagaron las consecuencias.

Las irregularidades contables de WorldCom, que compartía auditor con Enron, sitúan a la compañía en pérdidas en el primer trimestre del ejercicio y han puesto a la bolsa estadounidense contra las cuerdas. Wall Street perdía el 1,38% a media sesión.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de junio de 2002