Ezinne Ndidi, abogada de la ONG pro defensa de las mujeres nigerianas Baobab, reveló ayer en Madrid tres nuevos casos de mujeres condenadas en ese país a lapidación por adulterio y fornicación, pendientes de apelación en tribunales islámicos. Los tres se suman al de Amina Lawal, de 30 años, sentenciada el pasado 25 de marzo y cuyo juicio de apelación, aplazado en dos ocasiones, se verá el próximo 8 de julio.
Entre los otros tres casos de condenadas a morir a pedradas y pendientes de apelación está el de una soltera de 17 años, acusada de fornicación.
Lawal, madre de una niña de seis meses, está en libertad provisional hasta enero de 2004, decisión que tomó el tribunal islámico de Funtua, en el Estado de Ktasina (Nigeria), independientemente de que se ratifique o no la condena. La abogada de la ONG señaló ayer que la apelación del 8 de julio examinará las alegaciones de la defensa, sin que se conozca aún si el tribunal islámico dictará sentencia ese mismo día.
Como ya ocurrió con Safiya Husseini, otra condenada a lapidación finalmente absuelta el pasado 25 de marzo por un tribunal de Sokoto, Amnistía Internacional (AI) ha organizado una campaña en defensa de la libertad de Lawal. AI ha recogido casi 400.000 firmas que presentará al embajador de Nigeria en España el viernes anterior a la apelación.
'El primer Gobierno de Constitución laica en Nigeria, tras la dictadura militar, ha permitido que se hayan introducido desde hace dos años, en 12 estados, códigos penales con una interpretación de la sharía que lleva a la pena de muerte por lapidación y a castigos crueles y degradantes como la flagelación y la amputación de miembros', comentó ayer Esteban Beltrán, director de AI para España.
La sharía, ley basada en el Corán, regía en la dictadura, pero sólo en casos de tipo civil, según Enrique Restoy, investigador de AI para Nigeria. Son los mismos magistrados quienes aplican hoy la ley penal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de junio de 2002