Más de 3.000 personas participaron ayer en una manifestación en Ubrique para condenar la actuación de la Guardia Civil y los actos violentos de un grupo de 'incontrolados' el pasado martes, al término de una protesta laboral de los trabajadores de la piel, que exigen mejoras salariales y laborales. La marcha transcurrió sin incidentes y fue organizada por los empleados de la marroquinería como alternativa a la manifestación oficial que convocó sin éxito el alcalde, José María Reguera, del PSOE. Esta protesta, finalmente, quedó reducida a una concentración frente al Ayuntamiento a la que apenas asistieron unos 300 vecinos.
Los vecinos de la protesta multitudinaria solicitaron las dimisiones de la subdelegada del Gobierno, Rocío Roche, a quien responsabilizaron de los incidentes, y del alcalde, al que acusaron de no defender los intereses de los trabajadores.
Los manifestantes lamentaron los enfrentamientos que se registraron entre la Guardia Civil y medio centenar de personas que, según los sindicatos, no pertenecían al sector de la piel. El balance de estos incidentes se saldó con cuatro detenciones, uno de ellos menor de edad; 25 heridos, 14 civiles y 11 agentes del instituto armado, así como numeroso mobiliario urbano destrozado. El PSOE pedirá explicaciones por la actuación de los agentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de junio de 2002