Esta sesión parecía encaminada a dar una sensación de normalidad en los mercados de valores, pero fueron suficientes unos rumores para darle la vuelta a la situación. Estos rumores se referían a General Motors, y a una supuesta investigación sobre irregularidades contables, el tema de moda en Estados Unidos, y acabaron en unos pocos minutos con los esfuerzos de toda una jornada.
El Ibex 35, que llegó a ganar el 1,78%, entró en pérdidas en esos momentos, para terminar la sesión con una subida del 0,19%. El índice general de Madrid subió el 0,16%.
Lo único que quedó en claro después de los rumores y los desmentidos fue la tremenda fragilidad de los mercados de valores en la actual coyuntura. La cuantía de los recortes anima a muchos inversores a creer que ya se ha tocado fondo, pero aún queda por ver cuántas sociedades más descubrirán desfases en sus cuentas en las próximas semanas, porque lo que nadie duda es que esa práctica ha venido siendo habitual y, en cierto modo, consentida en Estados Unidos.
Los inversores, enfrascados como estaban en tantear la solidez de algunas cotizaciones y su capacidad de aguante ante posibles malas noticias, apenas prestaron atención al incremento de la masa monetaria -activos en manos del público y depósitos a corto- en la eurozona en el mes de mayo, un dato que supone mayor presión sobre los precios, y a la revisión del incremento del PIB del primer trimestre en Estados Unidos, que creció el 6,1% desde el 5,6% previo. Este dato contrasta con las advertencias de Alan Greenspan en la jornada anterior, cuando la Reserva Federal decidió mantener los tipos de interés en el 1,75% porque aún no está clara la salida de la recesión.
La contratación en el Mercado Continuo fue de 2.524,09 millones de euros, apenas 200 millones más que en la jornada anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de junio de 2002