Dada la preocupante situación, no causó ninguna sorpresa el anuncio realizado por el Gobierno en la tarde de ayer, elevando el objetivo de inflacionaria para 2003 y 2004. Para el año que viene, la previsión ha pasado del 3,25% al 4%, y para 2004 la meta se ha fijado en el 3,75%. El llamado "margen de tolerancia" para las previsiones se mantiene en dos puntos porcentuales arriba o abajo.
Los mercados reaccionaron de forma positiva al anuncio, ya que al aumentar los objetivos, el Gobierno apunta hacia eventuales bajadas en los tipos de interés. Pero, aunque positivas, esas reacciones influyeron poco en los resultados de la jornada de ayer. A excepción de las tasas de interés en el mercado de futuros, nada ha cambiado. El dólar siguió cotizando en niveles elevados (2,80 reales por dólar) y el nerviosismo parece haberse transformado en rutina. Al otro lado del Atlántico, en sus reuniones con banqueros e inversionistas, Arminio Fraga asegura que el Gobierno brasileño dispone de medios para "resistir a las actuales tasas de riesgo-país, sin problemas de financiación", y lanzó un llamamiento: "Por favor, tengan en mente las cosas importantes que estamos haciendo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de junio de 2002