El fiscal pidió ayer una multa de 135,23 euros a dos guardias civiles acusados de entrar ebrios en un bar de Leitza en agosto de 2001 exhibiendo un fusil y amenazar a su dueño. La acusación particular solicitó tres años de cárcel y la defensa, la libre absolución.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de junio de 2002