La ministra de Cultura, Pilar del Castillo, ha confirmado el cierre con carácter temporal de las Cuevas de Altamira a partir del próximo octubre, a fin de que los científicos investiguen sobre el hallazgo de ciertas colonias de bacterias en la sala de los bisontes que podrían constituir una amenaza para los pigmentos pictóricos, según la revista Fems, Microbiology Letter.
Altamira permaneció ya cerrada al público entre 1977 y 1981. Entonces, en pleno verano, hasta 1.500 personas podían desfilar, en un solo día, bajo los bisontes y sin control alguno. En la actualidad, apenas 9.000 personas son autorizadas a visitarlas cada año.
Según el profesor Eugenio Villar, quien dirigió los trabajos llevados a cabo durante la clausura y posteriormente, se pudo constatar que la sala de las pinturas era capaz de contener más bacterias y hongos que todo el resto del yacimiento. Villar aconsejó siempre llevar a cabo investigaciones de seguimiento e incluso mostró su extrañeza por la falta de control de los parámetros que determinan el equilibrio de los procesos físico-químicos que se registran en torno a los bisontes.
Tras el anunciado nuevo cierre del próximo otoño, las investigaciones sobre el origen de las bacterias ahora detectadas pueden prolongarse durante meses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de junio de 2002