La novillada de ayer puso en evidencia a cómo está el toreo de las figuras. La presentación de los novillos era todo lo contrario a como son las corridas de toros comerciales. Salieron los seis novillos con las astas íntegras, el cuarto tenía unos pitones que eran alfanjes tunecinos y ese novillo recibió tres varas, cosa que los toros de hoy sólo toman una cada uno. Además de esos pitones íntegros la novillada tuvo mucha movilidad y en cierto modo bastante peligro, justamente por esa misma movilidad.
El baracaldés Raúl Cano no se acopló con sus dos novillos. Su muleta no tuvo el temple de otras tardes. Solamente anotamos en su haber tres muletazos lentos, templados y ajustados en su primero. En su segundo instrumentó algunos de buen tono; sin embargo, el novillo le enganchó la muleta demasiadas veces. Recibió un puntazo al entrar a matar.
Guadaira / Cano, Tejela, Vega
Novillos de Guadaira de Arahal, muy bien presentados, con movilidad y el 5º noble. Raúl Cano: ovación en los dos. Matías Tejela: oreja y vuelta. Salvador Vega: ovación y vuelta. Plaza de Vista Alegre, 28 de junio. Media entrada.
El triunfador de la novillada fue Matías Tejela. Cortó una oreja a su primero y pudo cortar otra oreja a su segundo si su banderillero no hubiera tardado tanto en apuntillar al toro. Dejó en su segundo novillo la marca de buenos derechazos y naturales ajustados. En su primero no supo acoplarse demasiado bien con el animal. También acumuló demasiados enganchones. De todos modos, en su favor hay que apuntar que estuvo muy dispuesto con el capote toda la tarde.
De Salvador Vega anotamos que estuvo valiente. Mejor en su primero, aunque resultaron los pases demasiado movidos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de junio de 2002