Los aeropuertos no tienen por qué ser sólo espacios donde uno corre para subir al avión o espera aburrido su vuelo. Tienen también algo de museos, pues acogen obras de artistas de renombre, como Época extraña, de Eduardo Úrculo. Junto a ella, y gracias a la muestra organizada por AENA y la sala Kubo de Kutxa el visitante podrá disfrutar en San Sebastián de una treintena de trabajos tras los que se esconden nombres como Guinovart, Tàpies o Botero.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de junio de 2002